Título: Salidos de cuentas
Título original: Due Date
Director: Todd Phillips
Género: comedia
Duración: 100 minutos
Fecha de estreno: 5 de noviembre
Intépretes: Robert Downey Jr., Zach Galifianakis, Michelle Monaghan, Jamie Foxx

Con Salidos de cuentas podemos confirmar ya de una marca de fábrica propia. Phillips sacrifica los elementos más pueriles de la fórmula pero la respeta a pies juntillas, todo en beneficio de los personajes y el guión. Sin dobles significados ni apuestas arriesgadas, el director de ‘Resacón en Las Vegas’ pone el ojo en los diálogos y en los actores sin moverse ni un ápice de la mitologia de la comedia de desbarre y desmadre, y se toma su tiempo en preparar los gags, siempre rodados con cierta clase, sin subrayar los elementos más infantiloides que hemos visto en mil y una comedias de esta clase.

Y así, anclada con comodidad y ninguna sorpresa a los estereotipos de las buddy movies de carretera transcurre Salidos de cuentas, una película sin duda demasiado previsible y más plana e irregular que su predecesora, la brillante ‘Resacón en Las Vegas’, y en la que Phillips no sabe coronar el pastel en un final más desmayado y soso de lo que sería esperable. Pero es indudable que el director conduce la función sin efectismos ni falsas dobleces, buscando la risa pero, en primer lugar, haciendo sentir cómodo al espectador con los personajes, perfilando diálogos y situaciones cuyo objetivo es poner a prueba la relación entre estos dos elementos.

Salidos de cuentas es previsible y poco novedosa, e incluso no es la más divertida de su género, pero Phillips es un cineasta que rueda mejor que bien y Downey Jr. y Galifianakis funcionan juntos (sobre todo gracias al segundo, todo un roba películas). Entre ambos rematan dos personajes que gustan y tienen vida propia en una película que está por encima de la media